SINOPSIS
Iniciamos con el sonido de interior de un automóvil por un camino accidentado, no hay imagen al principio. Luego vemos que la cámara está dentro de un auto que se mueve a alta velocidad por un camino de tierra. Hay personas uniformadas como policías en el auto. Estamos en medio de una persecución por parte del Control Operativo Aduanero (COA) a un camión contrabandista que trata de ingresar al país por una ruta clandestina.
DIARIO DE PIRATAS cuenta la historia de Carlos Fernández (40 años, contrabandista), y del Cabo Mamani (31 años, efectivo de COA). Ambos personajes tienen algo en común, trabajan en la frontera entre Bolivia y Chile. Carlos introduce mercadería de contrabando a Bolivia, el Cabo Mamani se dedica a buscar contrabandistas junto a sus camaradas.
Con Carlos Fernández viajamos desde el puerto de Iquique hasta los mercados de Cochabamba y Santa Cruz. Junto al Cabo Mamani y otros efectivos del COA viajamos por lugares y poblaciones recónditas de Oruro y La Paz tras el rastro de contrabandistas organizados y peligrosos.
DIARIO DE PIRATAS es un documental que se adentra en el mundo del contrabando e indaga acerca de su relación con la cultura. A través de los personajes vamos conociendo a los involucrados de ambas partes de tema; los aduaneros que controlan y persiguen contrabandistas arriesgando sus vidas, y la gente que se dedica a este ilícito tomando como cómplices a poblaciones enteras. Establecemos un panorama completo del contexto y buscamos explicaciones a los comportamiento de los sujetos involucrados.
DIARIO DE PIRATAS no trata de satanizar a los contrabandistas ni idealizar a los miembros del COA. DIARIO DE PIRATAS busca a los actores y trata de explicar su comportamiento. El estilo que tiene este documental es Cinema Verité, no hay un locutor ni entrevistas en set, los personajes hablan a medida que se desenvuelven en su propio ambiente.
El documental “Cocalero” de Alejandro Landes y “En el Hoyo” de Juan Carlos Rulfo son referencias de lo que pretendemos hacer en DIARIO DE PIRATAS. Los personajes son los constructores de la historia y es a través de ellos que podremos entender el fenómeno.
VISIÓN DEL DIRECTOR
El estilo visual del documental será de cinema verite. Evitamos desde el principio una intención didáctica acerca del contrabando y la política aduanera, acentuándonos netamente en una estética cinematográfica construida a través de los personajes y las situaciones de riesgo en las carreteras. Intentamos realizar un documental de cámara, de encuadre y de construcción sonora.
Pretendemos realizar la menor cantidad de cortes posibles, lo que obliga a un trabajo mucho más preciso en la elección de los planos y en la determinación de la duración de los mismos.
Vamos a llevar cámara en hombro como principal recurso para el rescate de las imágenes. El seguimiento a los personajes como el Cabo Mamani y Carlos Fernández durante sus viajes mantendrá un estilo natural sin entrevistas en set, conservando la cámara en mano y un micrófono corbatero para permitir la libre movilidad de los personajes.
Realizaremos imágenes panorámicas que serán fijas para retratar la belleza del altiplano y poblaciones bolivianas. Estas imágenes están acompañadas de música instrumental suave con una alta carga melódica y estética, compuesta principalmente por instrumentos clásicos y andinos.
Buscamos una combinación entre situaciones dinámicas donde la cámara juega un rol protagónico y situaciones de tranquilidad donde los espacios y la música se mezclan. Esto tiene la intención de generar en la audiencia distintas sensaciones visuales, por un lado la cámara rápida con planos secuencia trata de generar tensión y suspenso, por otro lado, la tranquilidad de los planos fijos.
No tenemos locutor o relator, los interlocutores son los personajes involucrados en el contrabando. No necesitamos verlos hablar, pero sus voces y testimonios estarán acompañadas de imágenes. Ellos jugarán el rol narrativo en ambos lados del tema: los que buscan a los contrabandistas, y los contrabandistas que necesitan hacer lo que hacen.
